PSICOTERAPIA HUMANISTA


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TERAPIA HUMANISTA. UNA MIRADA HOLÍSTICA A LA PERSONA.
La psicología humanista es una corriente de la Psicología que se desarrolla a mitad del siglo XX, basada en el Movimiento Humanista que se estaba generando fundamentalmente en EEUU, en respuesta a las actuaciones que se estaban dando en la sociedad: materialismo, racionalismo, desarrollo tecnológico, consumismo, militarismo y represión sexual entre otros.
La psicología humanista nace como una corriente alternativa a las dos fuerzas psicológicas imperantes: el conductismo y el psicoanálisis. Su finalidad es dar una respuesta holística (el ser humano como un todo) en donde se tenga en cuenta más la salud, la potencialidad de la persona en contraposición a la enfermedad o limitación. Los precursores más destacados de esta disciplina son autores tan importantes como Maslow o Rogers.


CARACTERÍSTICAS DE LA PSICOLOGÍA HUMANISTA.
- La persona es un individuo activo, pesante y responsable de su conducta, capaz de elaborar planes y elegir entre opciones diferentes.
- El ser humano tiene necesidades básicas pero no son las determinantes mas significativas de su conducta. En cambio sí hay una tendencia innata a desarrollar todas nuestra potencialidades creativas y afectivas.
- La conducta de cada ser humano está determinada por la percepción que tiene del mundo, por lo tanto es única y específica. Nadie puede comprender al otro a menos q sea capaz de percibir el mundo con los ojos del otro. Implica rechazo a etiquetas de enfermedades mentales.
- Es un enfoque que invita al crecimiento personal, no desde la resolución de los problemas o la dependencia terapeuta-paciente; sino al descubrimiento conjunto de todo lo que la persona internamente tiene y es capaz de generar.


CÓMO SE TRABAJA EN LA PSICOLOGIA HUMANISTA.
El trabajo terapéutico se aborda desde una relación más cercana, donde se tiene en cuenta a la persona en todas sus facetas: sensorial, física, emocional, afectiva, mental e incluso espiritual; donde la relación terapéutica genere espacios de encuentros y de búsqueda de una solución conjunta a lo que está interfiriendo en la persona que precisa ayuda, favoreciendo que ella descubra cuáles son los mecanismos que están interfiriendo o desestabilizando su potencial de respuesta.
El terapeuta humanista confía en la Persona como un ser en crecimiento, que muestra algunas dificultades que están interfiriendo en su presente, pero con capacidad de cambiar éstos. El terapeuta facilita este descubrimiento y acompaña desde la aceptación incondicional (no aprobación incondicional) y la comprensión empática.


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