En Mayam, como profesionales de la Salud Mental nos parece esencial priorizar el desarrollo de nuestras habilidades interpersonales y crear un entorno seguro para poder acompañar a las personas que acuden a nuestro espacio, ya sea en sus procesos terapéuticos como educativos; y para ello intentamos poner conciencia en ello, trabajándonos personalmente, acudiendo a sesiones de supervisión, aprendiendo y reciclándonos en diferentes disciplinas para poder atender, acompañar y ser testigo de la sanación y crecimiento de las personas que deciden acercarse y confiar en nosotros y nuestro espacio de terapia.
LA TERAPIA QUE FUNCIONA
Existen diferentes estudios, y así observamos en nuestro Espacio de Terapia Mayam, que indican que la clave del éxito en un tratamiento/acompañamiento psicológico es la calidad de la relación terapéutica, la calidad de la relación entre el terapeuta y el paciente. Es decir, lo importante en una sesión de terapia no son las técnicas específicas, protocolos o modelos concretos que el/la terapeuta/psicologx utilice, sino unos factores comunes (interpersonales y contextuales) que se encuentran en cada una de las diferentes maneras de hacer terapia.
LOS FACTORES IMPORTANTES EN LA SESIÓN DE TERAPIA
En Mayam creemos en el trabajo psicológico interdisciplinar, es decir, en el enfoque de varios modelos a la hora de hacer terapia. Seguramente hayas oído hablar o te han comentado que existen diferentes escuelas y modelos de trabajo psicológicos en el campo de la psicoterapia, o que incluso hayas dudado cual podría ser el mejor para iniciar un proceso de terapia. Algunos de los modelos son: Cognitivo-Conductual, Psicoanalisis, Gestalt, Terapia Breve Estratégica, Terapia Sistémica, Terapia de Aceptación y Compromiso, Terapias enfocadas en el trauma, etc…
Y aunque todos tienen efectividad según la dificultad que quieras tratarte, y su evidencia efectiva sea desde una perspectiva más o menos científica, de nuevo resaltamos que uno de los factores más importantes para un tratamiento exitoso es la calidad de la relación terapéutica, y que existen investigaciones que muestran que la relación paciente-terapeuta es el factor predictivo de los resultados terapéuticos positivos, más que la técnica que use el/la terapeuta/psicologx o los conocimientos teóricos que posea. Algunos de los autores que actualmente hablan sobre ello, por poner algún ejemplo, entre otros: Gabor Maté (medico húngaro-canadiense, conocido por su enfoque en trauma, adicciones, estrés y desarrollo infantil) y Richard Erskine (psicoterapeuta, fundador de la Terapia Relacional Integrativa).
Vamos a nombrar algunos de los factores comunes más importantes de las diferentes disciplinas psicológicas y que son componentes clave para generar cambio:
Como ya hemos comentado, que exista un buen vínculo terapéutico. La idea de que la relación terapéutica pueda ser reparadora, tiene sus raíces en las teorías del apego, donde una relación segura y confiable puede reparar heridas emocionales pasadas y ofrecer una nueva experiencia de contacto humano.
Estableciendo el vínculo terapéutico, ayuda a crear posteriormente una buena alianza de trabajo, donde terapeuta y paciente trabajan conjuntamente para la curación y bienestar del último. También esto ayuda a un factor esencial: que el paciente tenga expectativas de que la terapia le va ayudar y eso le haga partícipe responsable de su propio proceso.
Si nos centramos en las habilidades del profesional de ayuda, hablamos de su autenticidad, es decir, que se presente como un ser humano genuino en la sesión, que se muestre plenamente presente y con una escucha activa, que sea flexible en cuanto al ritmo y a las necesidades del paciente y pueda adaptar las intervenciones y estrategias a las circunstancias individuales del paciente; que muestre empatía, es decir, que entienda y valide las experiencias del paciente, con capacidad de sintonizar y apoyar emocionalmente y que muestre compasión y no juicio.
Cuando te sientes escuchado y comprendido, apoyado emocionalmente, que se valida lo tuyo, te sientes acompañado desde la presencia en un ambiente de compasión y no te sientes juzgado, hace que te sientas en un espacio seguro y de confianza y puedas expresarte de manera más libre, facilita que te abras emocionalmente, puedas expresar tus miedos y deseos y puedas crear un compromiso contigo mismo para tu propio cambio y mejora hacia el bienestar, para que encuentres maneras más saludables, auténticas, conscientes y enriquecedoras de relacionarte con el mundo (la curación ocurre en el contexto de una relación auténtica), y aprendas a verte y tratarte de manera compasiva.