El Branspotting es una técnica terapéutica descubierta por David Grand en el año 2003, psicólogo norteamericano experto en Trauma y autor de “Branspotting. La técnica revolucionaria que logra un cambio rápido y efectivo”. Mientras trataba a un paciente, David Grand comprobó que cuando este fijaba la mirada en un determinado punto, se conectaba con recuerdos de su cerebro más profundo.
“Donde estamos mirando afecta a lo que sentimos”, afirma Mario Salvador que es el director del Instituto de Psicoterapia Integrativa Aleces y de la Asociación Branspotting España, junto con Carmen Cuenca, ambos psicólogos clínicos con más de 40 años de experiencia.
En las sesiones de branspotting, se ayuda a la persona con un puntero, que señala el lugar donde mirar, a reprocesar la información de su cerebro profundo. De esta forma se da protagonismo al cerebro reptiliano, al subcortical, para que cuente y exprese lo que no pudo contar cuando fue dañado, liberando aquellas emociones que han quedado congeladas en su cuerpo.
El Brainspotting puede ayudar a cualquier persona ya que en palabras de Mario Salvador todos cargamos con traumas desde nuestra infancia. “A todos nos ha marcado nuestra experiencia en el mundo en el que vivimos. No se trata de decir quién o no tiene trauma, sino en que grado lo tenemos “.
No obstante, está también indicado en trastornos de ansiedad, depresión, problemas de ira, fobias y TDAH (Trastornos por déficit de atención con hiperactividad). También en casos de problemas de rendimiento deportivo y laboral, y en adicciones.